La convivencia diaria con una persona infectada no implica ningún riesgo de transmisión del VIH. El virus no se transmite por abrazos, caricias, por compartir un plato de comida, un vaso, la ducha, el baño, ni una piscina. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no se deben compartir instrumentos que puedan implicar contacto con sangre tipo máquinas de afeitar e inclusive cepillos de diente por la posibilidad de sangrado en las encías. El VIH no se transmite a través de animales o por picaduras de insectos.