Los factores que pueden influir en el establecimiento de la infección del VIH-1 son múltiples; entre ellos se destacan los siguientes:
La cantidad de líquido corporal infectado que entra en contacto en el momento de la exposición.
La carga viral presente en el fluido infectado.
El tiempo que se esté en contacto con el virus.
El tipo de mucosa por donde ocurre la exposición; por ejemplo la mucosa anal es más susceptible que la mucosa vaginal.
El estado de integridad de la mucosa por donde ocurre la exposición (sano o con ulceraciones).
La presencia o no de otras infecciones, particularmente en el sitio por donde ocurre la exposición.
La presencia o ausencia de algunas moléculas en células del sistema inmune y en la mucosa por donde ocurre la exposición, lo cual está determinado en gran parte por la genética de las personas.