El VIH tiene diferentes métodos para propagarse en la población, no solo a través del sexo genital. De hecho, es posible contagiarse de VIH a través de cualquier mucosa, ya sea genital, intestinal, conjuntival u oral; sin embargo, no todas estas vías tienen el mismo riesgo de contagio.
A pesar de que la forma más común de transmisión es la sexual, y que el riesgo es mayor en las relaciones anales, seguido de la penetración vaginal, existe un inminente riesgo de contagiarse a través del sexo oral debido a que la persona receptora puede tener heridas que permitan la entrada del virus al cuerpo. El verdadero problema yace en detectar dichas heridas, debido a que es muy común tener laceraciones en la mucosa oral ya sea por el cepillado o tras haber comido algo que pudo haber causado una lesión. Bajo este escenario, existe un alto riesgo de que las personas no logren percatarse de que tienen estas heridas, y así considerar que están sanas y no tener ningún tipo de cuidado durante la práctica del sexo oral.
Ha sido considerado que una persona que ha tenido sexo genital sin protección tiene de 5 a 10 veces más riesgo de contraer el virus que una persona que ha tenido sexo oral. Sin embargo, la posibilidad de contraer el virus de este modo existe, por lo que se recomienda utilizar protección como los condones y tener especial cuidado cuando la persona receptora posea heridas que puedan facilitar la transmisión.