Las pruebas de uso rutinario para el diagnóstico del VIH detectan anticuerpos que produce el cuerpo humano, específicamente el sistema inmune, en respuesta a la presencia del virus. El tiempo que tarda el sistema inmune en producir estos anticuerpos varía de persona a persona y tiene un rango aproximado de 2 a 8 semanas; sin embargo, este periodo puede ser más largo en algunas personas. El periodo en el cual la persona ya tiene el virus pero no es posible detectar los anticuerpos se conoce como “ventana inmunológica”. Recientemente se han desarrollado pruebas de laboratorio que permiten la detección de los anticuerpos y de algunas proteínas virales lo que ha permitido acortar este periodo de ventana inmunológica. Sin embargo, por seguridad si una persona ha tenido una exposición de riesgo comprobada debe esperar al menos 3-4 semanas para realizarse la prueba, e idealmente repetírsela seis meses post-exposición para descartar completamente la infección.