La vitamina D es una vitamina esencial para mantener el equilibrio mineral del cuerpo. Sus precursores son: la vitamina D3 (colecalciferol), el cual puede ser sintetizado en la piel exponiéndose a la radiación ultravioleta B (UVB) de la luz solar, y la vitamina D2 (ergocalciferol), obtenido mediante la ingesta de alimentos ricos en la vitamina. La vitamina D está involucrada en diversos eventos fisiológicos en nuestro organismo, por lo cual niveles adecuados producen un gran efecto positivo en nuestra salud.
Entre sus funciones se encuentra la eficiente utilización del calcio, un metal que juega un importante papel en el funcionamiento normal del sistema nervioso y que además contribuye con el crecimiento de los huesos y el mantenimiento de la densidad ósea.
Por otro lado, se considera que la vitamina D disminuye el riesgo a contraer enfermedades como el cáncer; esto se debe a que inhibe la proliferación celular y estimula la diferenciación celular. Cuando la proliferación celular ocurre de manera descontrolada puede originarse enfermedades como el cáncer; mientras que la diferenciación celular, aumenta la especialización de funciones específicas.
La vitamina D, tiene un gran impacto en el sistema inmunológico, potenciando la producción de péptidos antimicrobianos y manteniendo la homeostasis del sistema, reduciendo el riesgo de procesos inflamatorios sistémicos y enfermedades autoinmunes. También se ha asociado con la producción de enzimas que contribuyen en la regulación de la presión arterial; por lo tanto, niveles adecuados de vitamina D pueden disminuir el riesgo de hipertensión. Específicamente durante la infección por el VIH se ha observado que la deficiencia de vitamina D se asocia con la progresión de la infección. Entre los beneficios en la salud mejor documentados asociados a niveles fisiológicos de se encuentran los siguientes:
Teniendo en cuenta este amplio espectro de beneficios resultado de la preservación de niveles adecuados de la vitamina D, es completamente recomendable ingerir alimentos ricos en vitamina D, por lo cual responderemos a la pregunta de cómo adquirir niveles adecuados de la vitamina próximamente y sus efectos benéficos durante la infección por el VIH.
Fuentes: