Los jóvenes tienen derecho a conocer su cuerpo, cómo funciona y las formas de evitar riesgos y enfermedades relacionadas con su salud sexual y reproductiva. La información y educación adecuada te permitirán tomar decisiones libres y responsables.
Es el derecho a no morir por causas evitables relacionadas con Infecciones de Transmisión Sexual, incluido el VIH/SIDA, el embarazo o el parto.
Una persona no debe ser discriminada por su sexo (hombre o mujer)…, por estar en embarazo…, por ser bisexual, homosexual o heterosexual (orientación sexual)…, por convivir con el virus del VIH u otras infecciones… Los hombres y las mujeres tienen los mismos derechos y oportunidades.
Nadie debe agredirte física, psicológica, sexual o económicamente.
Los gritos, las humillaciones, el acoso, el control excesivo del tiempo son formas de violencia verbal y psicológica. Tienes derecho a opinar, creer y vivir su sexualidad sin coerción.
Puedes decidir libre y voluntariamente si quieres o no tener relaciones sexuales, con quién y con qué frecuencia y no debe ser objeto de prácticas que pongan en riesgo tu salud.
Tienes derecho a recibir atención oportuna, amigable y adecuada a las necesidades de los y las jóvenes.
Tienes derecho a acceder a los beneficios que la ciencia te brinda.
Nadie debe hablar de los asuntos privados de otra persona, sin su consentimiento, ni su pareja, familia, médico/a, psicólogo/a, enfermero/a o el/la profesor/a.
La decisión de ser mamá o papá es personal y nadie te puede obligar a hacer cosas que no deseas.
Tienes derecho a formar grupos para promover el reconocimiento y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y por ende el disfrute de una adecuada salud sexual y reproductiva.