En esta entrada vamos a discutir algunos medicamentos que no son antirretrovirales; es decir, no son específicos para la infección por VIH, pero en algún momento puedes necesitar tomarlos y son básicamente de dos tipos:
Ya hemos discutido previamente que las enfermedades oportunistas son infecciones que afectan el cuerpo cuando ya el sistema inmune está muy deteriorado; en algunos casos existe la posibilidad de recibir tratamiento profiláctico, es decir, aquél que se ofrece para que no aparezca la enfermedad, éste es especialmente útil para algunos casos de tuberculosis, neumonía por Pneumocystis jiroveci, entre otras. Algunos ejemplos de estos medicamentos son la isoniacida y el trimetoprim-sulfametoxazol.
Para decidir si es necesario iniciar uno de estos medicamentos es necesario que seas muy juicioso con tus exámenes de rutina como el conteo de linfocitos T CD4+ y asistir siempre a las consultas médicas que tienes programadas; así tu médico sabrá cuando iniciarlos y te explicará qué otras acciones preventivas debes tomar.
También es importante recordar que las personas que viven con la infección por VIH pueden ser más propensas a sufrir de otras enfermedades como lo son la diabetes, la hipertensión, las alteraciones del colesterol, la enfermedad renal crónica y la enfermedad cardiovascular; es por eso que son necesarios los chequeos frecuentes y estar comprometido con tomar los medicamentos suministrados para el control de estas afecciones. Algunos ejemplos de estos medicamentos son la metformina, la atorvastatina, el losartán, entre otros.
Recuerda siempre discutir con tu médico de cabecera la necesidad de tomar estos medicamentos y cómo pueden influir con tu tratamiento antirretroviral de base.